La Sedena fue atacada por un grupo de sicarios en un narco bloqueo en el municipio de Teocaltiche, en Jalisco.
En la mañana del 19 de noviembre, un grupo armado atacó con armas de fuego a miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desplegados en el municipio de Teocaltiche, en Jalisco.
El titular de la Coordinación General Estratégica de Seguridad Ricardo Sánchez Beruben.
Informó que los elementos del Ejército fueron agredidos en el Puesto de Control del 9/o. Batallón de Infantería.
Este batallón ubicado en el lugar conocido como crucero de Nochistlán.
En respuesta a los hechos, corporaciones de los tres niveles de gobierno se dirigieron al lugar para auxiliar a los militares y controlar la situación.
Según las investigaciones compartidas por la Secretaría de Seguridad del Estado (SSE).
¿Qué ocurrió con la Sedena y el Grupo de sicarios en Teocaltiche?
Los agresores se desplazaban en tres vehículos con blindaje artesanal.
Las autoridades custodian un vehículo que fue utilizado para bloquear una vía de transporte después del enfrentamiento.
Además de la confrontación originada por presuntos criminales, la Secretaría de Seguridad del Estado (SSE) identificó dos narcobloqueos.
El primero ocurrió en el kilómetro 55 de la vialidad San Juan de los Lagos – Jalostotitlán, y el segundo en el kilómetro 30 de la carretera Jalostotitlán – Teocaltiche.
En relación a los rumores sobre el presunto fallecimiento de tres militares durante la confrontación, la SSE indicó que no podía confirmar ni desmentir dicha información.
Ya que los afectados no serían miembros de esa institución.
Informes locales señalan que alrededor de las 06:50 horas, residentes de Teocaltiche reportaron disparos durante un supuesto enfrentamiento.
Sin embargo, no está claro si estos tiroteos fueron parte de un intercambio entre sicarios o si representaron otro ataque contra las fuerzas de seguridad.
Teocaltiche, situado en la región de Los Altos de Jalisco, es un área disputada entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Ambas organizaciones buscan controlar este territorio estratégico debido a sus conexiones con rutas importantes para el tráfico de drogas y el robo de combustible.