La extradición del narcotraficante Ovidio Guzmán fue llevada a cabo por el ex agente de la DEA Derek Maltz.
Ovidio Guzmán hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, arribó a los Estados Unidos el 15 de septiembre, tras ser extraditado desde México.
El fiscal general de los Estados Unidos, Merrick Garland, emitió un comunicado en el que señaló que esta acción representa el paso más reciente en la lucha del Departamento de Justicia contra todas las facetas de las operaciones del cartel de Sinaloa.
Guzmán fue detenido por las autoridades mexicanas en enero de este año.
Figuraba como uno de los narcotraficantes más buscados por Washington debido a su presunta implicación en el tráfico de fentanilo.
Actualmente, se enfrenta a una serie de cargos federales en diversos tribunales estadounidenses.
El fiscal agradeció a México por la extradición de Guzmán y prometió perseguir a quienes contribuyeron a la epidemia de opioides en EE. UU.
En abril de este año, EE. UU. acusó a Guzmán y tres hermanos de liderar el Cartel de Sinaloa tras la extradición de su padre.
Estos cargos se emitieron como parte de una investigación sobre lo que se considera «la mayor y más prolífica operación de tráfico de fentanilo del mundo».
Liderada por el mencionado cartel y vinculada a empresas farmacéuticas chinas.
La detención, ocurrida días antes de la visita del presidente estadounidense Joe Biden a México para la Cumbre de Líderes de América del Norte, sorprendió, aunque el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó cualquier relación.
Estados Unidos, que ofrecía 5 millones de dólares por su captura desde diciembre de 2021, lo acusa de conspiración para introducir drogas en el país.