
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elevado a nivel mundial la alerta por el brote de mpox, anteriormente conocido como viruela del mono.
Declarando el evento como una emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC).
La decisión se tomó el miércoles tras la preocupación por la propagación de una cepa más letal del virus, el clado Ib, que ha llegado a cuatro provincias africanas previamente no afectadas.
El comité de emergencia de viruela mitocondrial de la OMS, compuesto por expertos independientes, se reunió virtualmente para evaluar la gravedad del brote.
Tras la consulta, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, confirmó la declaración de emergencia, el nivel más alto de alerta bajo el derecho sanitario internacional.
El brote ha afectado a 13 países africanos, con más de 17,000 casos y más de 500 muertes reportadas desde principios de año.
La República Democrática del Congo es el país más afectado, con más de 14,000 casos confirmados.
Lo que representa el 96% del total de casos reportados en el mes actual.
Más detalles sobre el Brote de Mpox o viruela del mono y ¿Cómo la OMS pide combatirla?
La mpox es una enfermedad viral que se transmite fácilmente entre personas y animales infectados.
Los síntomas incluyen fiebre, sarpullido doloroso, dolor de cabeza, dolor muscular y de espalda, y ganglios linfáticos agrandados.
El virus puede propagarse a través del contacto cercano y materiales contaminados, como sábanas y agujas.
Aunque la enfermedad había sido detectada principalmente en África central y occidental, también se ha registrado su propagación en Europa y Norteamérica desde 2022.
En respuesta a la amenaza, la OMS ya ha aprobado el Listado de uso de emergencia para las vacunas contra mpox y ha desarrollado un plan de respuesta regional que requiere $15 millones.
Hasta ahora, $1.45 millones han sido liberados del Fondo de Contingencia de la OMS para Emergencias.
Los funcionarios de la OMS han enfatizado la necesidad de una cooperación internacional para financiar y coordinar los esfuerzos necesarios para contener el brote y mitigar su impacto.
