La Selección de México jugó la tercera fecha de la Copa Oro, donde el objetivo de avanzar a la siguiente ronda se consiguió, pero el resultado del juego dejó un sabor amargo en los aficionados.
Qatar sacó el resultado por un marcador de 0-1 en el Levi’s Stadium, en un juego donde solo llegaron UNA VEZ al arco rival.
Un centro de Mossad Khoder que terminó en un remate de cabeza de Hazem Ahmen Shehata, fue suficiente para vencer a Ochoa, en un gol que daba la impresión de que el portero de la Salernitana podía hacer algo más.
Oportunidades le sobraron al equipo tricolor. Fueron más de 20 oportunidades generadas y NINGUNA de ellas terminó en gol.
El grito de gol se ahogó en múltiples ocasiones. Una de ellas fue un cabezazo de Edson Álvarez que se estrelló en el poste.
Durante y al final del partido hubo un gran descontento, expresado con abucheos y con el ya famoso y polémico grito homofóbico.
Santiago Giménez fue titular
Amado por gran sector de la afición mexicana y habiendo conseguido su primer gol en competencias oficiales con la selección, Santi Giménez formó parte del once titular.
El delantero del Feyenoord estuvo los 90 minutos; solo consiguió crear algunas oportunidades y una amonestación por un manotazo revisado en el VAR.
Sus dos más claras ocurrieron en el segundo tiempo, en un balón atajado por Barsham y un cabezazo que pasó a un lado del poste.
¿Qué es lo que sigue?
México pasó por vía del primer lugar del grupo y Qatar por el segundo, gracias a la derrota que tuvo Haití contra Honduras.
Pero a pesar de haber avanzado, el resultado del domingo, con justa razón, no deja de ser PREOCUPANTE.
Es la segunda ocasión que México es exhibido en el campo de los 49ers (la derrota contra Chile en 2016 y la del domingo pasado).