Estados Unidos demanda a Apple por supuesto monopolio en el mercado, desencadenando acciones legales significativas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos y más de una docena de estados presentaron una demanda antimonopolio contra Apple, acusándola de mantener un poder de monopolio en el mercado de teléfonos inteligentes.
Según el secretario de Justicia, Merrick Garland, Apple ha violado la ley federal antimonopolio al cobrar precios elevados y restringir la competencia.
Apple niega las acusaciones, afirmando que la demanda amenaza su identidad y principios.
La demanda alega que Apple ha mantenido su dominio en el mercado de teléfonos inteligentes mediante prácticas contractuales restrictivas y control estricto sobre su hardware y software.
Se cuestiona la política de comisión del 30% de Apple en su App Store, considerada injusta para empresas que intentan vender suscripciones.
Este caso representa el último esfuerzo de la administración de Joe Biden para aplicar la ley antimonopolio a las grandes empresas tecnológicas.
Se espera que la demanda provoque cambios en las políticas y estrategias comerciales de Apple, e incluso se podría considerar la desinversión de activos.
El caso, liderado por Jonathan Kanter, principal funcionario antimonopolio del Departamento de Justicia de Biden, es considerado una prueba clave de hasta dónde están dispuestos los tribunales a aplicar leyes antimonopolio en la era digital.
Esto refleja un compromiso con la competencia y la reducción de precios en la economía moderna.
La acción legal también refleja una serie de acusaciones anteriores contra Apple por parte de críticos.
Quienes argumentan que ha perjudicado la competencia con términos restrictivos en sus tiendas de aplicaciones y su enfoque de «walled-garden».
La empresa ha hecho caso omiso de estas críticas durante años, manteniendo su reputación en el mercado de consumidores y su estrategia legal disciplinada.