
Un nuevo volcán podría aparecer en una región de México según una investigación de expertos de la UNAM.
La región entre los volcanes Tancítaro y Paricutín, en Michoacán y Guanajuato, está bajo vigilancia científica ante la posibilidad de un nuevo volcán.

Se han registrado seis enjambres sísmicos en los últimos 25 años, sugiriendo movimientos del magma entre 8 y 15 kilómetros de profundidad.
La última erupción ocurrió entre 1943 y 1952 con el volcán Paricutín, sin muertes directas debido a evacuaciones oportunas.
Más de 100 mil sismos registrados entre 2020 y 2021, indican actividad magmática en la superficie.
Se investiga si esto preludia la formación de un nuevo volcán en el campo volcánico de Tancítaro, con más de mil 200 formaciones monogenéticas.
También se aplican diversas disciplinas para entender estos fenómenos, con esfuerzos internacionales.
Y se instaló una estación permanente para monitorear en tiempo real y anticipar erupciones.
La actividad sísmica, mayoritariamente de pequeños sismos con algunos enjambres más grandes, se sigue de cerca.
Expertos advierten que si los sismos ocurren a menos de 8 kilómetros de profundidad, el magma podría alcanzar la superficie rápidamente, requiriendo mayor monitoreo y estaciones.
Este escenario plantea un reto para los vulcanólogos: estudiar la formación del volcán y preparar a la comunidad ante emergencias.
La vigilancia constante y estudio detallado de la actividad sísmica y magmática son esenciales para prevenir o responder a la formación de un nuevo volcán.