Un «virus zombie» en la zona del Ártico podría liberar grandes cantidades de antiguos virus que aún no han impactado a nuestra especie.
Un grupo de científicos ha advertido sobre el riesgo de liberación de virus congelados en el permafrost ártico debido al calentamiento global.
Generando la amenaza de brotes de enfermedades desconocidas.
El permafrost, que cubre una quinta parte del hemisferio norte, mantiene suelo a temperaturas cercanas a cero grados centígrados durante largos periodos.
Preservando material biológico por miles de años.
El deshielo reciente en Canadá, Alaska y Siberia, vinculado al cambio climático, ha expuesto capas superiores del permafrost.
Pero los científicos señalan que la desaparición del hielo marino ártico es una amenaza mayor.
El aumento del transporte marítimo e industrial en Siberia, resultado del retroceso del hielo marino, podría exponer patógenos a niveles potencialmente catastróficos.
Expertos, como Jean-Michel Claverie, indican que actividades como la extracción de petróleo podrían liberar grandes cantidades de virus, con consecuencias calamitosas si son inhalados por los trabajadores.
La viróloga Marion Koopmans advierte sobre la posibilidad de que el permafrost contenga enfermedades de ancestros o ‘virus zombie’ que nunca han afectado a la humanidad.
Ante esto, los científicos proponen la creación de instalaciones de cuarentena para identificar y tratar rápidamente los primeros casos de enfermedades provenientes de potenciales ‘virus zombie’, evitando su propagación.
Claverie enfatiza la importancia de prepararse para esta amenaza tangible, destacando la necesidad de abordar un posible brote en el extremo norte y prevenir su avance hacia el sur debido a descuidos.