SpaceX la empresa de Elon Musk lanzó un nuevo cohete desde Texas y terminó explotando en el golfo de México.
El sábado, el recién lanzado cohete gigante de SpaceX despegó desde el sur de Texas en un vuelo de prueba.
Así, marcando un hito siete meses después de que el primer intento resultara en una explosión.
Sin embargo, durante el vuelo de prueba, el propulsor fue perdido, seguido poco después por la nave espacial.
El imponente cohete Starship de 397 pies (121 metros) se elevó con determinación al cielo, trazando un arco sobre el Golfo de México.
Con el objetivo de separar la nave espacial de su propulsor y enviarla al espacio.
Con la meta de alcanzar una altitud de 240 kilómetros (150 millas), lo suficientemente elevada para permitir que la nave circunvale el globo antes de descender al Pacífico cerca de Hawái, aproximadamente una hora y media después del despegue, antes de completar una órbita completa.
Aunque el propulsor inicialmente lanzó el cohete al espacio, la comunicación se perdió ocho minutos después del despegue desde el sur de Texas.
SpaceX anunció que el vehículo experimentó una falla.
El problema surgió justo cuando los motores del barco estaban a punto de finalizar su encendido para iniciar la ruta alrededor del mundo.
Minutos antes, el propulsor explotó, aunque no fue sino hasta que completó su tarea de poner a la nave en curso hacia el espacio.
Starship se erige como el cohete más grande y potente jamás construido.
Su vuelo inaugural en abril, que se prolongó durante cuatro minutos, culminó con el impacto de los restos en el golfo.
Desde entonces, la empresa liderada por Elon Musk ha implementado numerosas mejoras tanto en el propulsor como en sus 33 motores, así como en la plataforma de lanzamiento.