Jaime Maussan presentó ante la cámara los restos de unos seres que según él tienen más de 1.000 años de antigüedad.
En su conferencia prevista en la Cámara de Diputados, Maussan compartió información acerca de la catalogación realizada por científicos sobre dos seres.
Según él, no pertenecen a la evolución terrestre y que, una vez desaparecidos, no muestran evidencia de una evolución subsiguiente.
Durante su presentación, el ufólogo detalló que estos seres, cuyos cuerpos disecados fueron recuperados en una mina en Perú, tienen su origen en las ciudades de Palpa y Nazca en el año 2017.
Aunque no existen pruebas independientes de acceso público que respalden esta investigación.
Maussan sostiene que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha llevado a cabo análisis de carbono 14 que respaldan sus afirmaciones.
En un evento sin precedentes en la Cámara de Diputados de México, el renombrado ufólogo Jaime Maussan se presentó ante los legisladores con un objetivo audaz: solicitar el reconocimiento oficial de la presencia de vida extraterrestre en México.
Maussan, conocido por su trabajo en fenómenos paranormales y avistamientos de ovnis a lo largo de décadas.
Sorprendió a la audiencia al presentar varios ejemplares que, según él, son habitantes de otros mundos.
Estos cuerpos, que afirma tienen más de 1,000 años de antigüedad, permanecieron enterrados durante milenios dentro de una diatomea.
Un tipo de alga que previene el crecimiento de bacterias y hongos.
Estos supuestos seres extraterrestres forman parte de los nueve encontrados en Cuzco, Perú, en 2017.
Y presentan características físicas distintas a las humanas, incluyendo tres dedos y cráneos alargados.
Maussan enfatiza que no se trata de momias, sino de cuerpos completos y sin manipulación interna, lo que los hace «verdaderamente extraordinarios».